PRIMER DOSSIER: PAPER

 

UNA RADIO EN LA COMUNIDAD, UN PASO MÁS HACIA EL DESARROLLO

Kerly Yovina Zarpán Neciosup


RESUMEN


El presente artículo tiene el propósito de manifestar a la radio como el mejor medio de comunicación para lograr el desarrollo de una comunidad, porque sus discursos suelen tener fundamento en el pueblo, guarda un gran alcance de transmisión de datos y extiende su visión sobre los procesos comunicativos, entendiéndose como oportunidades de debate y participación, sobre todo, si se trata de públicos olvidados o relegados con sed de crecimiento. Para ello, el primer capítulo se enfoca en establecer la idea de desarrollo y su verdadera esencia, además del vínculo que guarda con uno de los procesos adheridos al ser humano, la comunicación; en el segundo apartado el eje central es la ciudadanía y las posibilidades que, por derecho y necesidad, los medios de comunicación les debe brindar; finalmente, en la última sección, la dirección se orienta a la radio alternativa como muestra de que ella dentro de una comunidad sí significa un paso hacia adelante.


PALABRAS CLAVE:


Desarrollo, comunicación, medios de comunicación, participación, radio, comunidad.


ABSTRACT:


The purpose of this article is to show radio as the best means of communication to achieve the development of a community, because it's speeches are usually based on the people, it keeps a wide range of data transmission and extends its vision on the communicative processes, understood as opportunities for debate and participation, especially if it concerns forgotten or relegated audiences with a thirst for growth. To this end, the first chapter focuses on establishing the idea of development and its true essence, in addition to the link it has with one of the processes attached to the human being, communication; in the second section, the central axis is citizenship and the opportunities that, by right and necessity, the media should offer them; finally, in the last section, the management focuses on alternative radio as an indication that it does mean a step forward within a community.


KEY WORDS:


Developing, communication, media, participation, radio, community.


LA COMUNICACIÓN ES UN MUNDO DE OPORTUNIDADES


Hoy por hoy, con la llegada eminente de la tecnología y del internet, los diferentes espacios y pequeñas sociedades que conforman el mundo demandan de un plan urgente de desarrollo, pero no se habla de este término solo en cuestión de mejoría física, por ejemplo en una ciudad el cambio de casas a edificios, sino de su gente y el ámbito económico, político y social donde se va formando, esto, en conjunto representa la calidad de vida del ser humano. Gonzalo Escribano opina al respecto: 


“El concepto de desarrollo se vincula, en general, con la idea de progreso económico y social que implica una mejora en las condiciones de vida de los individuos y los grupos humanos y una expansión de sus posibilidades. El desarrollo constituye, por tanto, una aspiración permanente de las diferentes colectividades, independientemente del nivel relativo al respecto que cada una haya ido alcanzando”. (s.f.)

Ahora bien, el papel de la comunicación en cuanto a desarrollo juega un rol esencial y dependiente, pues desde el primer día del hombre en el planeta, esta ha servido para la constitución de vínculos y, por tanto, vigencia de tal especie. La comunicación de modo equivocado puede ser comprendida como un proceso de intercambio solo de información, sin embargo, al hablar de progreso, su significado o perspectiva necesariamente tiene que modificarse o extenderse. Hoeberichts y López en Comunicación y Radio para el desarrollo local, mencionan: “En la sociedad hay una práctica errónea y generalizada de entender la comunicación. Va desde el hogar hasta la escuela y las universidades, sigue los centros de trabajo, cruza los medios de comunicación y alcanza los órganos de gobierno”.

Estos autores hablan de cómo, de forma trascendente y consecutiva, la mala praxis de la comunicación alcanzan los diferentes ámbitos de la sociedad; empieza con la familia, donde comunicación para los padres es proclamar órdenes o reglas,  y bajo la excusa del deber de la obediencia, los hijos no tienen la facultad de refutar; continúan con los distintos centros educativos, lugares en el que la mayoría de maestros profesa tener siempre la razón; luego sigue el plano laboral, donde casi siempre existen jefes, mas no líderes capaces de integrar en los proyectos corporativos a los empleados, también toca los medios de comunicación que desde sus inicios han pretendido servir a las minorías y, finalmente, menciona el gobierno que, como ya es sabido, solo busca manipular al pueblo; qué diferente sería si en cada contexto la comunicación fuera vista como un proceso de integración y participación, en el que todos son esenciales para la toma de cualquier iniciativa, establecimiento de reglas o la proclamación de leyes.


En este sentido, cuando se dialoga sobre comunicación, ya no se habla de un trueque de datos, sino de de ideas, ya no se mira a la población como receptores, se genera un espacio participativo donde ella también es un actor que pone en práctica su derecho de proponer y decidir, el ambiente ya no es autoritario, sino democrático. Cuando se habla de comunicación, se tiene en cuenta como participantes al gobierno, autoridades, instituciones y la plebe porque “ …es un derecho humano: todos y todas podemos recibir y producir informaciones y opiniones. Y como el resto de derechos, la comunicación tiene una distribución desigual”. (Rodríguez, 2011)


“La comunicación se da en toda la sociedad y bien entendida contribuye al desarrollo”.(Hoeberichts y López, 2000)



EL MEJOR MEDIO ES EL QUE LE ABRE AMBAS PUERTAS A LA CIUDADANÍA


Dado que, se precisa ver a la comunicación como una herramienta de desarrollo mediante la gestión de un espacio participativo, los medios de comunicación asumen el reto de abrirle las puertas a la ciudadanía. Por un lado, está la puerta que brinda la posibilidad de ser correcta y oportunamente informada, una función natural adherida desde siempre a los medios de comunicación, pero esta labor no es tan simple como se lee, significa mucho más que recolectar, ordenar y difundir datos. Rodríguez en Ponele Onda, comenta al respecto:


“La información es un elemento vital para el funcionamiento de las sociedades democráticas. Por lo tanto, existe una estrecha relación entre el acceso a la información que tienen las personas y el ejercicio de una ciudadanía activa. Los ciudadanos pueden intervenir en las decisiones que afectan su vida si tienen posibilidades de acceder a una pluralidad de información y opiniones”. (2011, pág. 54)

Los medios de comunicación son la vía más cercana que la población tiene para mantenerse al tanto de su realidad, por esa razón la gran responsabilidad que recae en ellos; informar significa formar porque los datos cabalmente difundidos sirven de base para la generación de opiniones propias; informar también tiene el alcance de inconformar, ya que, al enterarse de las injusticias o cualquier otra situación que afecta la vida o la forma de llevarla, brinda la facultad de denunciar o cuestionar lo que acontece; informar transforma porque con ello se llega a tener la independencia suficiente para tomar decisiones sin influencia alguna, sean correctas o no, serán inherentes a la colectividad. 

De esto se deslinda la otra puerta llamada participación ciudadana. Hoeberichts y Lopez (2000) indican: 


“Un medio de comunicación que solo se limita a informar se resta a sí mismo la posibilidad de ser un activo actor comprometido en la solución de los problemas de su localidad o de su país. Pero además un medio de comunicación tiene una visión de desarrollo incompleta cuando no le reconoce a la población y sus organizaciones su capacidad de iniciativa y de propuesta”.

Para lograr el desarrollo dentro de una comunidad o incluso nación entera es esencial que los medios de comunicación dejen de ver a la ciudadanía como actores pasivos o simples receptores, pero esta desestimación no se debe dar por obligación o demanda de la época, sino por darle paso a la oportunidad de innovar en cuanto a la manera de informar. El pueblo  no solo puede oír, también puede ver, investigar, formar una perspectiva y, sobre todo, comunicar. Bowman y Wills, (2006) señalan: 


“Involucrar a una audiencia, ya sea grande o pequeña, en la creación de contenido también le da un sentido de pertenencia —una afinidad con la marca del medio que se cree que no tiene hoy— así como una relación más íntima con los autores de las historias”.

Implicar al público tiene muchas ventajas, no solo para el mismo, sino también para el medio de comunicación que lo permite. Si el medio mantiene una estrecha relación con su audiencia en donde exista un feedback constante, no solo fortalecerá al pueblo por el sentido de pertenencia adquirido, además  provocará una fidelización colosal a su organización; si da la licencia de que en el proceso de contenidos a difundir, la audiencia participe como testigo, informante o crítico, tiene posibilidad de brindar referencias confiables y con ello, su reputación no tendría por qué generar dubitativas.

Con todos estos datos brindados, entonces se podría decir que son muchos los medios de comunicación que tienen la posibilidad de cumplir con estos requerimientos que demandan la comunidades para su desarrollo, sin embargo y, tal vez para asombro de varios, la radio se revela con una infinidad de razones para ser denominado el mejor medio en este aspecto.

En cuanto a su labor informativa, la radio es el medio más allegado a la ciudadanía, no se limita a un lugar porque se puede escuchar en cualquier parte y en todo momento, con esto ya muestra la magnitud de su alcance para difundir datos,  tampoco condiciona el día a día de su audiencia, pues mientras esta cocina, va al mercado, sale a trabajar, conduce o camina por las calles de su localidad, tiene la posibilidad de oírla. La radio “se trata de un medio transportable y permite realizar otras tareas mientras se la escucha. Esto le permite acompañar la vida cotidiana de los oyentes, haciéndose fácilmente lugar en la rutina de cualquier persona”. (Conabip, s.f.) 




La radio “permite realizar otras acciones mientras se escucha. El desafío es mantener la atención del oyente de manera continua”. (Rodriguez, 2011)


Ahora bien, esta portabilidad y compañía que tiene únicamente la radio, en algún momento podría convertirse en una desventaja, porque al no existir referencias visuales, es sustancial la atención total de los oyentes para el entendimiento de sus contenidos, empero el medio es consciente de su situación y por ello no cuenta con un solo tipo de relato radiofónico, sino varios, adaptables a las circunstancias del pueblo para el que sirve y a los asuntos a difundir. Soengas en el Discurso Radiofónico manifiesta: “... la narración radiofónica, exige unos cuidados especiales que permitan al oyente en todo momento la comprensión fácil e inmediata del discurso”.


En el caso del plano informativo, la radio, en la medida de lo posible trata de emplear un discurso imparcial, no le otorga licencia a ningún elemento de generar una doble interpretación, hasta la música es empleada con suma precaución para que no se la relacione con la historia y, de ese modo, evitar las confusiones en los oyentes. 


“El relato informativo radiofónico, se caracteriza por la narración lineal y por la utilización de un registro neutro que no añade carga emocional ni subjetividad a los mensajes durante el proceso de lectura. Es la forma de conseguir un discurso sencillo y claro, y de mantener ese distanciamiento necesario entre el periodista y los hechos, para no implicarse en el contenido de las noticias”. (Soengas, s.f.) 



Finalmente, cuando se habla de participación ciudadana en la radio, varias imágenes se pueden evocar; llamadas telefónicas de pobladores, ya sea para informar o contribuir al contenido de algún programa, invitados en cabina, personas que llegan o marcan a la emisora para pedir consejos, etc; no obstante, ahondando sobre el tema, se llega la reflexión que no son estas formalidades la que conforman la participación ciudadana o procrean el desarrollo, sino la esencia que se da dentro de ellas y las oportunidades que brinda fuera de la radio, en la vida misma y entre otras cosas que se detallarán en el capítulo posterior.


UNA RADIO EN LA COMUNIDAD ES UN PASO MÁS HACIA EL DESARROLLO DE LA MISMA


Como se aludió en el segundo apartado, la radio tiene muchos motivos para ser reconocida como el mejor medio en referencia al desarrollo, pues además de sus formalidades que, de alguna manera, promueven participación, guarda una alternativa que profundiza en el plano empírico aquella intervención.


Se habla entonces de las radios comunitarias, también llamadas libres, populares, alternativas, ciudadanas o indígenas. Este tipo de radio surge de la creencia fiel en el pueblo como un actor más dentro de la sociedad capaz de plantear y deliberar; su visión sobre la comunicación es bastante amplia y, mirándose a sí misma como otro participante de los procesos de interlocución,  no se limita a solo recibir llamadas del público sino que busca constantemente generar espacios de diálogo entre autoridades, instituciones y justamente la ciudadanía. Con esto su enfoque de desarrollo local humano es completo, porque se identifica con la comunidad a la que sirve y su realidad, se arraiga a sus costumbres y con base en ello busca opciones para incentivar en su público intervenir en los diferentes asuntos ya sean políticos, sociales o económicos; al fin y al cabo, el pueblo siempre ha buscado maneras de pronunciarse y evitar que decisiones con intereses individuales afecten su vida. López Vigil opina con relación al asunto: 


“Gracias a ella el pueblo es escuchado y goza de un espacio donde puede levantar la voz de inconformidad con algo que le incomoda. Se pone de manifiesto el principio de democratización de la palabra al que se hizo alusión anteriormente, pues el desafío de todas esas emisoras es (...) mejorar el mundo en el que vivimos. Democratizar la palabra para hacer más democrática esta sociedad excluyente a los que nos quieren acostumbrar los señores neoliberales”. (Vigil, 1997 como se citó en Sandoya, 2020)


Las radios populares nacen desde y para la comunidad, con ello favorecen de forma decisiva en su desarrollo. Este tipo de emisoras tienen como factor diferenciador su propósito que consiste en disminuir la marginalidad que sufren algunas localidades, bien sea por cuestiones geográficas, discrimanción de algún tipo o por conveniencia del Estado. Álvarez opina, en referencia al tema, que este tipo de radio se ha comprometido con los pueblos para satisfacer menesteres que medios de comunicación con fines de lucro no han querido ni podido hacer. Por ejemplo, la creación de contenido local, acontecimientos que solo le interesan a una sociedad pequeña; difusión de noticias sobre la capital y la nación, necesaria para mantener al tanto al pueblo sobre su realidad; propiciando espacios de comunicación, donde cualquier integrante de la comunidad puede opinar, expresar sus ideas o proponer sus alternativas de solución; propagando temas o actividades culturales teniendo como base costumbres y estilos de vida propios, con el objetivo de generar el reconocimiento y la aceptación de la diversidad en el país; entres otras cosas más. 


“La radio comunitaria nace bajo la perspectiva de la participación y su compromiso está estrechamente ligado a suplir las necesidades que los medios masivos de comunicación no han querido satisfacer. Las comunidades han encontrado en ella el lugar propicio para arraigar el sentido de pertenencia, anclado a sus propios principios, valores y tradición popular que aún hoy se niegan a erradicar pese a la invasión de la tecnología que satura el espectro, el mercado y la competitividad”. (Álvarez, 2008, pág. 69) 

La radio y los Derechos Humanos

Se habla de diálogo, inclusión, cultura, reconocimiento y democracia, pero ¿acaso estos términos no se relacionan con los Derechos Humanos? En efecto, la radio ha demostrado una vez más ser el mejor medio para el desarrollo porque “...puede promover el derecho a la comunicación y el derecho a la participación que son básicos para el ejercicio de los demás derechos”. (Las Otras Voces, 2005)


A menudo, la sociedad ha tenido un sinfín de problemas debido a la negación de derechos en la mayoría de personas, conflictos graves tales como la discrimanción, pobreza, desigualdad, falta de acceso a servicios, violencia, etc., pues aunque en La Asamblea General de La Naciones Unidas se haya proclamado que los sujetos de derechos eran hombres y mujeres sin distinción alguna, las minorías se empeñan en no acatar tal establecimiento y generan impedimentos en las personas para progresar. Ante todo esto, la radio, sobre todo, la comunitaria se muestra renuente e insiste en propiciar el cumplimiento de las libertades civiles.  “La radio en este contexto no es una carga. Al contrario, es posible pensarla como una vía de participación, debate, servicio en nuestras comunidades, que aporte herramientas para incidir y transformar estas situaciones”. (Las Otras voces, 2005, pág.8)


SÍNTESIS CONCLUSIVA:

A lo largo del tiempo, el significado de la comunicación ha sido mal comprendido o, en todo caso, ceñido, pues no se trata de un proceso natural en el que los actores desempeñan el papel de emisores y receptores sin licencia a cambiar de rol, en realidad es un transcurso más largo, además de complejo que abarca la tan requerida “participación”. Y se dice “requerida” porque una cláusula  del desarrollo es la inclusión de todos los actores sociales, ya sean autoridades, instituciones o la plebe; para alcanzar un progreso verdadero es necesaria la cooperación de todos. En este contexto, comunicación y desarrollo son términos indesligables y dependientes, pues el buen entendimiento del primero, permitirá el logro del segundo.

Al asumir una denotación más extendida de la comunicación, los medios encargados de propiciarla asumen el reto de abrirle más posibilidades a la ciudadanía,de ese modo, ya no se trata solo de informar, sino de generar inquietudes, confusiones y hasta interrogantes, empero con la opción a ser respondidas o debatidas. Frente a esto, la radio se revela con una infinidad de cualidades para ser reconocido como el medio ideal, en primer lugar, porque cumple, en la mayoría de veces y a cabalidad con su labor informativa y, en segundo lugar, porque sus elementos propician a la creación de espacios participativos en los que el personaje principal es el pueblo y sus conflictos.

Finalmente, las radios comunitarias para muestra de un botón, refuerzan la idea de que una emisora local es esencial si la ciudadanía busca el desarrollo, pues nacen, crecen y producen sus contenidos dentro de ella, tomando en cuenta sus características tanto individuales, como colectivas. Una radio le permite a la población expresarse, la involucra en asuntos políticos, sociales o económicos, la ayuda a ser escuchada, busca lograr su reconocimiento, refuerza su identidad y, sobre todo, se encarga de velar, en gran parte, el respeto de sus Derechos Humanos.

REFERENCIAS:

Hoeberichts, A; López, M. (2001). Comunicación y radio para el desarrollo local. Una propuesta latinoamericana a partir de la radio ciudadana en el Perú. Guía para la acción.
Escribano, G. (n.d.). Concepto y Teorías Fundamentales del Desarrollo. Uned, 1(2). Recuperado de: http://biblio3.url.edu.gt/PROFASR/DRL/conyteo.pdf
Las otras voces (2005). Aprender con la radio. Reflexiones y actividades para promover la participación comunitaria.

Browman, S. (2003). Nosotros, el Medio. J.D. Lasica. Recuperado de: https://libros.metabiblioteca.org/bitstream/001/265/8/nosotroselmedio.pdf
Rodríguez, L. (2011). Ponele onda. Ediciones La Timbu.
Conabip. (n.d.). Sintonizando con el Medio: La Radio como Medio de Comunicación (1st ed.). Recuperado de: https://www.conabip.gob.ar/sites/default/files/SINTONIZANDO_CON_EL_MEDIO.pdf
Soengas, X. (2005). El discurso radiofónico. Particularidades de la narración sonora. Universidad de Santiago de Compostela.
Vista de Radio comunitaria para el desarrollo y el cambio social. Sandoya. (2020). Recuperado de: https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/6474/5611
Álvarez, M. (2008). El Desafío de las Radios Comunitarias. Anagramas, 6, 12. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4851606






Comentarios

  1. Kerly,
    El paper es bastante bueno y presenta orden.

    Gino, Juan, Kerly,
    El audiodiálogo es muy básico y casi no hurga dentro de los niveles académicos solicitados. Prefieran elegir como invitados a quienes puedan relatarles detalles desde la experiencia, incluso hay información que les dan y que no logran administrar o rebatir correctamente.

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